El viernes me entregaron una sorpresaza mis niños y sus mamás y papás. Una pulsera preciosa que dice: la mejor profe del mundo.
Solo puedo decir que tengo la profesión más bonita y gratificante del mundo. En clase tengo sesiones de risoterapia garantizadas, achuchones, besos, abrazos y piropos. Ellos han aprendido de mí, pero yo he aprendido de ellos muchísimo más. He pasado uno de mis mejores años desde que soy maestra y eso se lo tengo que agradecer a ellos y también a vosotr@s.
Aunque ahora toca descansar y desconectar un poquito, debo deciros que los voy a echar mucho de menos este verano. Y que cada vez que salga por la calle estaré mirando a ver si me encuentro con alguno de ellos. Y como no podía ser de otro modo algo trabajaré este verano porque en 4 años tengo que volver a revalidar el título de "MEJOR PROFE DEL MUNDO".
¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS
POR TODO!!!
¡Qué será, será! |
"Los botones morados" |
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